23 enero 2017

HAMLET


HAMLET
Dirección y versión de Miguel del Arco
Coproducción de La Compañía Nacional de Teatro Clásico y Kamikaze Produccciones



22 de Enero de 2017 y vuelvo, después de ocho años, a ver otra versión de Hamlet. Nunca es igual. Las adaptaciones de clásicos es lo que tienen. Pueden gustar más o menos, pero nunca son iguales. La fidelidad a ciertas partes del texto, sí. La trama y el desenlace de la historia también. El resto, cada director lo interpreta  a su manera y así nos lo hace llegar al público de hoy en día. 
Si bien la versión que vi hace años me gustó más que ésta última, no por ello dejo de admirar el trabajo de directores, actores y demás profesionales que hacen posible que cada domingo pueda ir a sorprenderme al teatro. 

Israel Elejalde es Hamlet. Y escribo es porque la forma en que lo hace es tan real que no parece interpretar. Como espectadora pienso que es lo mejor que puede pasar viendo a un actor en escena. No interpreta, lo vive, así lo siente y así lo transmite. La facilidad con la que juega con la palabra está presente durante las más de dos horas y media de la representación. "¿De verdad estoy viendo una obra de teatro?", pienso. "¡Es el mismísimo Hamlet venido al siglo XXI!". A pesar de que hay personajes que no me convencen, alguna parte de la escenografía que no es tan buena como la anterior, cosillas que los que vamos de forma asidua al teatro vemos (aunque no seamos críticos, ni periodistas, ni nada de nada, sólo amantes del teatro), me vuelvo a casa feliz, pensando que hay textos que perduran en el tiempo, directores que los trasladan a nuestros días y actores que lo "bordan" para deleite de el público. Que hay teatro para rato y que si a alguien no le gusta, no pasa nada. Son muchos los que están en ello y muchos los que lo disfrutamos.


01 enero 2017

INCENDIOS



INCENDIOS

de Wajdi Mouawad

Dirección: Mario Gas

Producción: Teatro de La Abadía e Ysarca en colaboración con  Teatro del Invernadero.




Quemarse y hacerse cenizas para renacer


Comienzo el año recordando la obra que más me ha impactado de todas las vistas durante 2016.


Teatro de La Abadía se define en su página web (www.teatroabadia.com) como "una casa de teatro y estudios que aspira a incidir en la vida social y cultural a través de la poesía en escena". Y lo consiguen de una manera extraordinaria. Crítica y apasionados del teatro coinciden en considerar  Incendios una de las mejores obras representadas durante esta temporada en nuestro país. Ahora bien, si eso es maravilloso, más aún lo es que sus casi tres horas de duración pasen volando para aquellos que no van tan asiduamente al teatro. Aquellos que no se animan a sacar una entrada para ver una tragedia. Aquellos que están descubriendo el placer inteligente que proporciona el teatro.

 La historia cuenta la vida de Nawal desde su juventud hasta su muerte. Enamorada y embarazada de un joven del que la separan, al igual que harán con su primer hijo, el cual le será arrebatado nada más nacer. Nawal sobrevivirá a una guerra que se prolongará durante años. Será violada y humillada. Dos hijos gemelos nacerán en ese periodo. La obra comienza con la lectura del testamento de Nawal ante ellos. Dos sobres y la tarea de buscar al padre y al hermano desconocidos para entregarlos. Comienza así un viaje entre el pasado y el presente a través del cual, los hijos hallarán la respuesta al silencio que su madre mantuvo durante los últimos años de su vida y que nunca pudieron entender. 

El reparto es magnífico. Nuria Espert inmensa. Aparece en escena como madre fría y autoritaria para convertirse pocos minutos después en abuela sabia y tranquila. Nunca nadie dijo tanto con un silencio, con una mirada, con una postura. Desgarrador su grito en el juicio ante su verdugo. ¿Cómo una nariz de payaso puede sobrecoger a todo un teatro?. Junto a ella Ramón Barea, natural, divertido, excepcional. Laia Marull, Carlota Olcina, Lucía Barrado, Alberto Iglesias y Edu Soto, todos excepcionales. Y Alex García, al que descubrí en el cine por su papel en  "La novia" y al que ha sido un placer descubrir en el teatro. No es sencillo que una mirada llegue a la fila 13, y el señor García lo consigue. " Los actores arden, pero sin llamas, desde dentro", frase de José Luis Gómez, director de el Teatro de La Abadía, para definir el trabajo de un actor y que aplico a todos ellos porque consiguen hacerlo de una forma soberbia.

El fondo de escena es negro. El espacio está dividido en dos partes iguales separadas por una altísima pared gris, unida al suelo central. La pared es soporte para proyectar imágenes, es puerta que se abre para dejar pasar la luz, o tejado para el que dispara. A ambos lados tierra.

La transición entre escenas no se percibe. A veces son simultáneas entre pasado y presente, otras se suceden sin interrupciones o con un leve cambio de iluminación. El ritmo es de diez.

El final de la historia, con todos los personajes bajo el mismo plástico que los tapa de la lluvia, transmite la esperanza de que es posible perdonar y vivir sin odio. 




¡Qué más decir!. Incendios es una obra para vivir, para no perderse bajo ningún pretexto. Tras agotar entradas en Madrid al inicio de temporada y girar por toda España, vuelve del 21 de junio al 16 de julio al Teatro de La Abadía. Quien no haya podido disfrutarla y pueda hacerlo que no se lo piense. Es una obra de arte.