09 febrero 2019

AMOR OSCURO (sonetos)


 Ayer disfruté en Teatro Arbolé de ... 


AMOR OSCURO [sonetos]
de Producciones Viridiana
Escrito y dirigido por Jesús Arbués sobre los "Sonetos del Amor Oscuro"
 de Federico García Lorca
Intérpretado por Javier García Ortega





La historia de los sonetos desaparecidos, al igual que su autor. Éstos corrieron mejor suerte que él y fueron rescatados. Tras años ocultos, por fin vieron la luz en una edición clandestina. 

Once sonetos recuperados, once personajes para contarlo. Cada uno narrando lo ocurrido antes y después de que Federico García Lorca los escribiera. Momentos y personas claves para explicar de forma ágil sus últimos días, su muerte y su legado. Si alguien no conocedor de la historia de Lorca presenciara la función entendería en poco más de una hora lo ocurrido.

Como si de un río se tratase, la obra sigue su curso, sin parar. Javier García es el encargado de llevarnos en el trayecto. Un pasillo formado por dos filas de butacas colocadas en escena y el final del escenario, o el principio del patio. A ambos lados de ese pasillo, dos paredes de cajones de madera que hacen las funciones de almacenamiento del vestuario y atrezzo y de pantallas sobre las que se proyectan imágenes: un café, el mar, la cárcel, portadas de periódico y el texto (escrito a máquina) describiendo cada uno de los sonetos y personajes que van apareciendo. Cada soneto una historia. Cada personaje un registro diferente interpretado a través de la voz y el cuerpo de Javier García. El padre de Federico, el secretario de La Barraca, su último amante, pasando por Neruda  y Francisco Franco entre otros. Una actuación impecable de principio a fin. Un trabajo maravilloso, delicado, que obliga a no despistarse ante la palabra, a no querer pestañear ante las imágenes y la luz, a percibir más allá de la música que se escucha. Sentimiento en cada frase, cada gesto, cada movimiento.


Quizás porque las palabras de Lorca están marcadas a fuego en mi memoria y mi corazón desde la primera vez que leí uno de sus textos. 
Quizás porque para mí Lorca es intimidad, a solas ante uno de sus libros o en un teatro lleno. Siempre siento cerca a Federico, como si se tratase de un familiar o amigo lejano que dejé de ver, pero no por ello olvidado ni perdido.
Para mí Lorca es arritmia, ternura, pasión, tormento, 
delirio, gozo, amor, fuego.
Belleza es, creo.
Quizás por todo eso, ayer sentí el alma de Lorca en el teatro, a través de Javier García, y de mi pecho marcado a fuego.