09 abril 2022



GLORIA BENDITA

Texto y Dirección: Ana García Arnaiz
Idea e interpretación: Josean Mateos


Sucedió que la vida dejó de estar marcada por las obligaciones y el mundo se redujo al hogar. Fue cuando mis adorados templos cerraron y no quedó más remedio que sustituirlos por obras visionadas a golpe de pantalla.
Hoy, después de más de dos años, vuelvo a este mi pequeño rincón donde empecé a escribir sobre todo lo que invadía mi ser al salir de un teatro. Repaso las últimas veces que paseé por aquí y me reencuentro con mi pasión, esa que ha permanecido dormida y que poco a poco va despertando entre la nostalgia de fantásticas programaciones y el deseo de recuperar los domingos de patio de butacas.
Ayer no era domingo, pero dio igual. 
Regresé al espacio donde la cueva se hace paisaje, la risa mirada compartida y el silencio caricia frágil.
Rescaté la incomparable sensación de sentarme ante el escenario y encontrarme mejor que en casa.
Teatro Arbolé programó "Gloria Bendita", una historia en la que un joven e inseguro actor comparte piso, además de miserias, con una antigua vedette. Una relación en la que ambos se necesitan y se soportan para afrontar la soledad. 
Es "Gloria Bendita" un espectáculo de títeres para adultos que parte de una idea original de Josean Mateos, actor y director tudelano adoptado por Zaragoza. De esa idea va tejiéndose el texto escrito y también dirigido por Ana García Arnaiz. 
Mateos, además de interpretarse a sí mismo, da cuerpo, voz y alma a la anciana Gloria, un títere de tamaño natural. Se enfrenta así a la producción del primer espectáculo teatral que ve la luz a través de su nueva productora Arteria Producciones. 
Que con la que ha caído y sigue cayendo, alguien tenga la valentía de lanzarse sin paracaídas al difícil mundo del teatro (maravilloso, sí, pero precario), ya es para aplaudir de pie. Si además levanta solo una obra, haciendo de actor, productor, distribuidor y un sin fin de oficios varios, ya es para aplaudir de pie. Y si además lo hace desde la verdad, exponiendo sus miedos, ofreciendo un trabajo corporal y vocal magnífico, ya es para aplaudir repetidas veces (como ocurrió).
Una obra en la que el títere cobra vida, hipnotiza los ojos y nos ofrece sonrisas y ternura. Una obra que me ha devuelto la ilusión de olvidar durante algo más de una hora el mundo caótico que hay más allá del agujero negro y que me ha regalado la maravillosa sensación de volver a compartir al salir de un teatro. 
GRACIAS. Por momentos así siento que estoy viva.