18 agosto 2017


En recuerdo a Federico García Lorca en el 81 aniversario de su muerte. 

Nadie muere del todo si es recordado


LEONARDO:


Porque yo quise olvidar

y puse un muro de piedra
entre tu casa y la mía.
Es verdad. ¿No lo recuerdas?
Y cuando te vi de lejos
me eché en los ojos arena.
Pero montaba a caballo
y el caballo iba a tu puerta. 
Con alfileres de plata
mi sangre se puso negra, 
y el sueño me fue llenando
las carnes de mala hierba.
Que yo no tengo la culpa,
que la culpa es de la tierra
y de ese olor que te sale
de los pechos y las trenzas.

NOVIA:

¡Ay que sinrazón! No quiero
contigo cama ni cena
y no hay minuto del día
que estar contigo no quiera,
porque me arrastras y voy,
y me dices que me vuelva
y te sigo por el aire 
como una brizna de hierba.


"Bodas de sangre" de Federico García Lorca


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